

No es la primera, ni la última vez que decimos que el panorama empresarial y social está experimentando una transformación sin precedentes.
Las máquinas y la Inteligencia Artificial asumen cada vez más las tareas mecánicas y repetitivas, liberando tiempo humano.
Bueno, y ¿Qué hacemos con este tiempo?
Nuestra aproximación es que ese tiempo lo dedicaremos a observar, analizar y planificar, o lo que es lo mismo: a pensar.
Para nosotros, pensar tiene que ver con conversar, con debatir, con priorizar y un conjunto de otras actividades relacionadas con el análisis de la información y el contexto.
En otros artículos dedicaremos el tiempo que requiere a definir lo que es pensar y lo que supone, pero en este queremos hablar sobre cómo los líderes van a tener que cambiar su foco para poder facilitar ese espacio de pensamiento.
El nuevo rol del humano: Pensar en colectivo
En primer lugar, queremos decir que, la automatización no nos resta valor, sino que nos obliga a redefinir todo.
El verdadero diferencial humano se traslada de un modelo de decisión y ejecución rápida a uno de pensamiento complejo, creatividad, estrategia y resolución de problemas que requieren mucho criterio.
Este nuevo modelo exige habilidades diferentes que, de forma individual, debemos incrementar o adquirir. Pero, con total certeza, si las organizaciones consiguen potenciarlas aún más en el grupo, tendrán una ventaja importante.
La Inteligencia Colectiva se convierte así en el motor de la innovación y el crecimiento sostenible.
El Líder: Del seguimiento a la facilitación
En este nuevo escenario, el liderazgo tradicional, basado en la dirección y el control de procesos y tareas, deja de tener sentido.
El rol del líder necesita evolucionar hacia el de un facilitador, que se preocupa por guiar al equipo hacia la toma de mejores decisiones.
Ya no se trata de tener todas las respuestas, sino de saber hacer las preguntas adecuadas y crear las condiciones para que el equipo las encuentre y desarrolle.
Habilidades clave para el Líder Facilitador
¿Qué necesita este nuevo líder para activar la mente colectiva de su equipo?
Escucha Activa y Preguntas Potentes:
Por qué: Esto es vital para que los líderes puedan ir más allá de las palabras y los síntomas, y descubrir las ideas, preocupaciones o perspectivas que no se expresan directamente. Permite al líder crear un espacio de confianza donde cada voz se siente valorada y escuchada de verdad, revelando la riqueza oculta del equipo y los problemas reales a resolver.
Acción sencilla: Tras escuchar a alguien, haz una pausa de 3-5 segundos antes de responder. Luego, en lugar de proponer, pregunta algo como: "¿Qué más hay en eso?" o "¿Qué te hace pensar/sentir eso?" para entrenar la profundidad y la responsabilidad.
Gestión de la resistencia y fomento de la adaptabilidad constante:
Por qué: El cambio genera incertidumbre y resistencia. El líder facilitador sabe identificar estas emociones y transformarlas en oportunidades de adaptación y aprendizaje colectivo, guiando al equipo a avanzar.
Acción sencilla: Cuando percibas resistencia, en lugar de imponer, abre un espacio de diálogo para escuchar activamente los miedos y preocupaciones. Transforma las objeciones en preguntas que el equipo pueda explorar para encontrar nuevas soluciones.
Capacidad de síntesis y claridad:
Por qué: Habilidad crucial para tomar ideas diversas y complejas de una discusión grupal y destilarlas en "insights" claros, decisiones o planes de acción concretos. Evita la parálisis por análisis.
Acción sencilla: Al final de una discusión intensa, resume los puntos clave y los acuerdos alcanzados en una sola frase o un diagrama sencillo en la pizarra/pantalla, y pide al grupo que valide esa síntesis.
Como conclusión, podemos decir que se nos presenta un desafío importante, pero también una oportunidad para poner en valor el potencial humano.
Mientras las máquinas asumen con eficacia las tareas más técnicas y mecánicas, el verdadero valor estratégico yace en la capacidad humana de pensar, crear y resolver problemas complejos. Y esta capacidad se multiplica exponencialmente cuando se cultiva de forma colectiva.
El líder del futuro próximo no será quien tenga las respuestas, sino quien actúa como un arquitecto de espacios, un facilitador que sabe activar y canalizar la inteligencia de su equipo para que esta florezca.
Entrenar habilidades como la escucha activa, la gestión del cambio o la capacidad de síntesis no es una opción; es la clave para desatar el potencial colectivo.
Para reforzar este artículo, te dejamos un video de 25 minutos donde hablamos con más detalle sobre este concepto de inteligencia colectiva.
